martes, 23 de febrero de 2010

Un año

¿Se dice pronto verdad?

Oskemen.
Legamos a un edificio, absolutamente rodeados de nieve, con una temperatura exterior de -25º y con miedo, mucho miedo. El día anterior nos habían dicho que nuestro niño tenía dos años y medio. Nuestras cabezas pensaban en un niño menor, el miedo y las dudas se apoderaron de nosotros la noche antes. Pero había que esperar, esos tres años con el alma en vilo y la desesperación amagando con aparecer constantemente no podían echarnos atrás.

Bajamos del coche y atravesamos el pasillo helado.
Un olor fuerte a cocina nos golpeó la cara cuando nos quitamos las bufandas y al poco estábamos sentados en el despacho de la directora; una señora de unos cincuenta y tantos con tres o cuatro dientes de oro brillando en cada escasa sonrisa. Presentaciones pertinentes en ingles (nuestra traductora no estaba) información sobre los niños y sin más escuchamos como la puerta se abre. Aparece el primer muchachito, el de nuestros Amigos, rubio, ojitos achinados y enorme. 18 Meses y ya todo un futuro por delante.
Se abre la puerta de nuevo y aparece caminando, con la cabeza gacha y con una capucha azul un niño precioso, pequeño, asustado, asustadísimo. La mirada perdida en el suelo y con un pequeño coche de policía en las manos. No sabemos que hacer, pero sí que pensar "que preciosidad". María está tan perdida como yo, y le digo: "levántate y cógelo".

Lo hace, Maxim no pesa nada y los corazones de mi mujer y de mi hijo laten por primera vez juntos y muy, muy deprisa.
La capucha da paso a un pelo rubio, casi blanco y a unos ojos azules grisáceos espectaculares. Está muy asustado, pero nosotros también, así que no hay que temer nada.

Nos dejan a solas con el durante 15 minutos en una salita que será nuestra casa familiar durante los 23 días que nos quedan de convivencia.

Está sano, es muy guapo y solo llorará los 4 primeros días cuando nos ve. A partir del décimo día solo llora cuando nos vamos.

Es nuestro pequeño y ya ha pasado un año desde que lo conocimos.




Muchas gracias a todos por este año, ha sido un inmenso placer

lunes, 22 de febrero de 2010

Guillermo




Os presento la primera fotografía que le hicimos a nuestro hijo, hace un año.

domingo, 21 de febrero de 2010

El comienzo

Es un mes de celebraciones.

Hoy hace un año mi mujer y yo íbamos en un autobús camino de Madrid, con el alma en vilo, dispuestos a tomar un avión a la mañana siguiente que nos llevara a Kazajstán. Se hacía raro saber que comenzábamos un viaje de muchas horas, casi de días a un país muy lejano y que el fin de ese viaje era traer a tu hijo a casa. Hijo que no conocías, ni sabías edad, ni sexo, nada de nada.

Hoy justo 365 días después aquí lo tengo a mi lado, cuando son las 22:49 y no puede dormir y yo encantado de que no pueda.

Nunca un viaje ha sido tan completo.