Hoy cumples 3 años.
No sé si algún día podrás o llegarás a leer este blog que tantos días me ha llenado de orgullo escribir hablando de ti, pero quiero que sepas que no hay un solo minuto, un solo segundo desde que llegaste que me haya hecho pensar que repetiría toda esta aventura de nuevo y sin pensármelo solo por verte despertar cada día bajo mi techo.
Eres la gota que ha completado nuestro vaso de cristal