Dias 2-3-4-5-6-7-8-9

Estos kazajos están como burros. No en el sentido peyorativo de la palabra, pero es tán diferente el país en todos los aspectos que a veces asusta y es normal cuando todas las parejas que han venido a adoptar aquí, nos decían qu eni niño, ni leches, lo que quieres a los 7 días de estar aquí, es cojerte las maletas, a tu hijo y largarte a la soleada y caluerosa España.

Esa diferencia se basa sobre todo en la forma de ser. Hemos visto poquísimas sonrisas, para que nuestra traductora (Ilmira) sonría tengo que sacar mi mejor repertorio: Desde caerme y dislocarme un hombro hasta hacer bromas con el “tipical spanish humor”. Pero no son mala gente. Simplemente tienen la buena o mala suerte de vivir en un país donde pasas de estar hasta la cintura de nieve y sentir los –25º un día, a estar a +35º al día siguiente, sin aceite de oliva, sin legumbres, sin vino tinto…. Esas cosas que si nos las quitan a nosotros, no duraríamos 2 semanas. Son gente dura y el otro problema que les veo es que su lengua es como el aleman: parece que da igual de que hable y con quién, siempre parece que están enfadados… aunque te estén contando un chiste.

En estos días hemos descubierto que la comida no está nada mal, aparte de ser muy, muy barata gracias a que el Tengue está muy devaluado con respecto al Euro debido a la crísis, su precio esta en los 190 Tengues por cada Euro, no está nada mal. Se come de todo, sobre todo, cordero, cerdo y pollo, poco pescado, muchas clases de ensaladas y un buen restaurante tiene que tener una buena carta de ensaladas que las hacen muy individuales (pequeñas) pero muy sabrosas. Tenemos una cadena de pizzerias de referencia donde están más que controladas las cartas. Hay una especia de pequeñas empanadas rellenas de carne y queso servidas con una salsa de pimiento, que están muy buenas, todo lo acompañan con bastantes salsas, con su pequeña ración de lechuque juliana y zanahoria, que por lo menos debe de ser la verdura nacional, puesto que se lo ponen a todo.

Ayer, viernes, hemos ido a un restaurante muy prestigioso (pero vacio) Georgiano, el nombre es indescriptible, eso sí, la fama se la tiene muy bien ganada, puesto que comimos carne de primera calidad, en pequeños platos de cerámica, recien hecha, con un acompañamiento espectacular y a un precio muy muy económico, prometo hacerme con el nombre. Muy recomendable cuando lo que pedimos lo hicimos a dedo sin saber que nos podría deparar la suerte gastronómica… imaginaros pedir la especialidad de la casa.

En los supermercados no hay colonias para bebes, pero si Tampax y bastoncillos para las orejas, que parecian dos cosas que no habría. Curiosamente la gente compra de verdad en los mercados callejeros, casi 4 en Oskemen, muy grandes y muy baratos. Curiosamente los gorros típicos rusos de piel, solo los vende allí a un precio muy razonable teniendo en cuenta de que son de piel de verdad y hechos en la vecina Rusia. Ropa, pescado congelado, empanadas recien hechas, frutos secos y todo tipo de herramientas se encuentran en estos mercados. Del aceite de oliva, de embutidos y de aceitunas… mejor ni preguntamos, pero eso sí, su sección de vodkas es tan grande como la de vinos allí en España.

Les encanta la música “chumba-chumba”, no la progresive ni nada de eso, no, la música estílo discoteca de los 90, “Technotronic” y cosas por el estilo.

Sin unos fieras al volante, confuciendo con sus pequeñas chinchetas en los neumáticos, acelerando y frenando como si estuvieran sobre la pista del Jarama, cuando lo que hay debajo de ellos es una placa de hielo o 1 metro de nieve aplastada… en el mejor de los casos. Curioso que en esta época de frío y de nevadas todavía vemos jovenes sacándose el carnet de conducir… olé sus huevos.

Tenemos pendiente ir a un restaurante chino bastante bueno (recordemos que Kaz hace frontera con China), a otro mercado donde hay más gorros rusos (dudo entre si comprarme uno o no) y a un partido del “Torpedo” el orgullo de la ciudad, de donde han salido jugadores que están en la NHL (liga americana).