Leído en La voz de Asturias
Cuando decidimos adoptar un niño fue desde el amor y la libertad que proporciona la elección de un modo diferente de tener una familia y la adopción para nosotros es una maternidad diferente. Nuestra motivación es ser padres y la adopción la vemos como una forma distinta de llegar a serlo, no tiene nada que ver con sentimientos como la solidaridad o la generosidad, simplemente queremos dar y recibir el amor de nuestro hijo/a. La decisión sobre la elección del país, en nuestro caso China, dependió sin embargo, de las garantías que el país nos ofrecía y de unos tiempos de espera muy razonables en ese momento. Porque para nosotros si es nuestro niño, es querido y aceptado plenamente no solo en su aspecto físico, sino en su cultura de origen, nosotros somos los que debemos abrirle las puertas para que el resto de la sociedad lo acepte.
A finales del año 2005, presentamos en la Consejería de Servicios Sociales la solicitud de adopción internacional y esperamos pacientemente a que nos avisaran para las valoraciones necesarias para la obtención del certificado de idoneidad. La adopción es un proceso que conlleva muchas dificultades en cuanto a requisitos, trámites, papeleo... consideramos que estos tramites son necesarios, pero la espera no fue de 4 ó 5 meses, como en el caso de otras comunidades autónomas, por ejemplo Castilla y León. Nos habíamos informado previamente de que el máximo que la ley permite para resolver es de 6 meses. Unos días antes de cumplir los 6 meses de espera, nos notifican que debido a circunstancias excepcionales por el volumen de trabajo de la consejería, ampliaban dicho plazo. Pensamos, con esperanza, que tal vez fuera por un espacio corto de tiempo, incluso decidimos no llamar para no entorpecer su trabajo. Nos llamaron a los 14 meses, mientras que veíamos como los tiempos de asignación con China se iban incrementando, pasando de los 8 meses a los 28 meses actuales.
Las valoraciones fueron llevadas a cabo por una psicóloga y una trabajadora social, el trato fue inmejorable por su parte, nos hicieron sentir cómodos y en ningún momento nos sentimos agobiados, ni intimidados, incluso en los temas más íntimos, que fueron abordados con sensibilidad y respeto. Parecía que todo iba ahora bien, habíamos esperado 14 meses, pero ahora nuestros ángeles de la guarda (Charo y Chiti) estaban a nuestro lado. Era febrero del 2007, teníamos el certificado de idoneidad, por fin "estábamos embarazados", ya podíamos adoptar. Ahora queríamos recuperar el tiempo perdido, el 6 de abril del 2007 teníamos ya fecha de entrada de registro en China de nuestro expediente, habíamos recopilado y mandado el dossier con toda la documentación en tan sólo un mes.
Pero, el tiempo de espera de la asignación con China crecía mes a mes. En la actualidad supera los 28 meses desde la llegada del expediente, siendo las predicciones de seguir incrementándose hasta los 4 ó 5 años de espera desde el registro del expediente, es decir sin ser pesimistas, no seremos padres hasta el 2012.
Ante la situación que estamos viviendo y de manera excepcional recabamos el apoyo de nuestra administración y solicitamos se nos permita tramitar un doble expediente de adopción internacional con otro país, de forma simultánea y de manera urgente. Petición que fue enviada en varias ocasiones a la directora del Instituto Asturiano de la Infancia, Familias y Adolescencia, Eva Sánchez, así como a la propia consejera de Bienestar Social, Pilar Rodríguez.
Esta posibilidad del doble expediente ya está permitida en otras comunidades autónomas, como Castilla y León, Andalucía, o la Comunidad Valenciana y no supone una doble adopción, sino que cuando existiera la asignación en un país, se paralizaría el expediente en el otro. En nuestra comunidad existe una desventaja añadida ya que son pocos los países en los que es posible la adopción internacional, caso de Kazajstán, Etiopía, o más reciente Vietnam, y en ellos se exige que la tramitación sea a través de las denominadas ECAIs (Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional), y en Asturias no hay ninguna acreditada por lo que tenemos que ponernos a la cola en otras comunidades.
Es por eso que en este momento estamos en una situación compleja y que necesita el apoyo de nuestros representantes de manera urgente, porque, si no, las pocas posibilidades que existen para la adopción con otros países estarán copadas por los padres solicitantes de otras comunidades autónomas
Sabemos de la falta de medios humanos de la Consejería de Bienestar Social, pero eso no exime su responsabilidad hacia nosotros, por otra parte ya estamos valorados, tan sólo sería una revisión de nuestro expediente y el que nuestra consejera dicte una resolución o acto administrativo para poder ejercer ese derecho, porque no podemos esperar a la modificación prevista del decreto de adopciones, porque tendríamos un marco legal, pero ninguna posibilidad de usarlo en la práctica, el tiempo no corre a nuestro favor.
Cuando decidimos ser padres a través de un proceso de adopción internacional, sabíamos que es un proceso plagado de trámites, incertidumbres y decisiones difíciles, pero también emocionante y lleno de esperanza, pero existen circunstancias excepcionales ajenas que necesitan apoyos especiales. No hemos nacido en Asturias, pero estamos felices de vivir aquí, no podríamos haber elegido un lugar mejor para nuestro hijo/a, pero ante esta situación necesitamos el apoyo de nuestros representantes políticos y no tener que sufrir discriminación en función de la comunidad en la que vivas. No podemos tan solo sentarnos a esperar por nuestro hijo, queremos caminar hacia él, queremos ir en su búsqueda.
Y yo opino que lo que nos gustaría saber a las familias adoptantes, aparte de la solución a este problema, es el motivo del mismo. Mientras tanto, es un problema tan alejado de la mayoría de los ciudadanos, que apenas interesa... y lo que no saben es que cualquier día pueden ser ellos los que se encuentren en este increíble retraso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario