Dias 10-11-12

Es cierto cuando dicen que a los pocos días de llegar a Kaz te invade un deseo de volverte a España, supongo que ese deseo es proporcional a los metros de nieve que te rodean. Puedo asegurar que después de 8 días yo pagaría a quien sea para irnos los 3 (tres) ya de aquí. Como ya he dicho antes el clima influye en el humor de la gente, pero se me escapa de las manos no encontrar una sonrisa en ningún viandante, comercial o camarera. Incluso te miran raro cuando lo haces tu. Esto no quiere decir que sean mala gente, en absoluto; son recios y duros como su clima, pero serio… muy serios para un astur-murciano.

Hablemos de comida de nuevo: hemos descubierto que los postres es lo más caro dentro de la carta en proporción a cantidad-tenges. Pero también dan sensación de que en cualquier momento vna a hacer la primera comunión: todos revestidos de su merengue, altos, gordos, el estilo rococó de los postres. Las ensaladas son uniracionales, osea, para solo una persona, casi te las sirven en una taza de café grande, al igual que los platos que son muy económicos, pero también muy pequeños, sobre todo cuando vienes de Asturias donde parece que te quieren matar comiendo en cada plato.

Otra de las cosas curiosas de este país, o al menos de esta ciudad (Oskemen) es que el 40% de los coches son importados directamente de Japón y eso quiere decir que tienen el volante a la derecha…. Pero las carreteras son “europeas” con lo cual es chocante (no en el sentido literal de la palabra) ver que casi la mitad de los coches van con el volante en la derecha, conduciendo por la izquierda… cosas de la economía supongo.

En Oskenen se da la vuelta a la estadística que dice que en Kaz el 70% son de etnia kazaja y el 30% rusa. Aquí al perecer debido a la emigración proveniente de Rusia y Ukrania para trabajar en las minas, la estadística se torna: Hay una mayoría de rasgos occidentales en detrimento de los rasgos kazajos.

La capa de nieve sobrepasa el metro en casi toda la ciudad, con lo cual los caminos por donde nos movemos están hechos a base de que la gente pisa sobre la nieve aplastándola y convirtiendola en una pista de hielo mortal. Hay que ir con mucho ciudado, preguntárselo a mi hombro. El frío que nos espera en el día se averigua fácil: Te asomas a la ventana y si ves que el rio está escupiendo mucho vapor, es que la temperatura es baja, baja (-28º?), sin embargo cuando del rio no sale vapor es que tienes suerte y puedes encontrarte con unos apacibles –3º. Eso sí, resbalen o no, aquí las muejeres van con sus tacones de aguja vertiginosos, que hemos llegado a averiguar que sirven para anclar el pie en el hielo y no dejarse los morritos en el frío asfalto.

Abrigaos bien!!!