Dan miedo, por supuesto, pero un hijo biológico no te sale con la bondad o una carrera de cirujano cardiovascular debajo del brazo en la sala de partos.
Las dificultades existen en toda clase de familias: biológicas, adoptivas, de Marte o de Venus.
Aún hoy me hace mucha gracia (y me extraña) como hay personas, tanto jóvenes como más adultas, que se sorprenden cuando les dices que tu hijo adoptado sabrá desde el primer momento de donde viene. Parece que para ellos, el decirle que es adoptado, que viene de un país lejano, que su madre (y/o padre) lo tuvo que dar en adopción (un grandísimo porcentaje de estos casos con todo el dolor del mundo... no por gusto), pues parece ser que no les gusta y está demostrado que un niño adoptado al que no se le explica de donde viene, tiene más problemas que otro al que se le haya dicho con paciencia y bien explicado.
Si no hay ningún problema, que seguro que alguno (espero que pequeño) habrá, nos queda menos de un año para viajar a ese hermoso, frió y enorme país que es Kazajstán.
Y si queréis saber un poco más sobre las aventuras de un matrimonio en busca de su hijito en este país y casi en tiempo real, os recomiendo el Blog de KAZ aquí
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Foto por cortesía de Sakura
Nos vemos.
1 comentario:
Hola!! me encanta tu blog, el sabado nos vamos a Kaz a por nuestra niña. Porfa, recomiendame un libro para el viaje. Me llevo La Historia de PI, Pero no me va a durar 2 telediarios rusos!!
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